1. Arma el escurridor (si aplica): Si el producto viene desmontado, sigue las instrucciones de ensamblaje incluidas. Es fácil y no requiere herramientas especiales.
2. Colócalo en un lugar estable y cerca del fregadero: Ubícalo sobre una superficie plana, preferiblemente cerca del lavaplatos para facilitar el escurrido. Asegúrate de que la bandeja recolectora esté bien colocada.
3. Lava los utensilios como de costumbre: Lava tus platos, vasos, cubiertos y demás utensilios con jabón y agua como lo haces normalmente.
4. Ubica cada elemento en su espacio: Pon los platos en las ranuras verticales, vasos en la parte plana y cubiertos en el porta-cubiertos. Aprovecha sus niveles para separar los utensilios por tipo y tamaño.
5. Vacía y limpia la bandeja recolectora de agua regularmente: Una vez haya escurrido el agua acumulada, retira la bandeja inferior, desecha el agua y límpiala para mantener la higiene.
6. Guarda los utensilios secos o déjalos ahí para el próximo uso: Una vez secos, guarda los utensilios o, si prefieres, déjalos organizados en el escurridor para el siguiente uso.